Tabaco y caries: ¿cómo evitarlo?

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Updated: junio 13, 2023
riesgo de aumento
El tabaquismo es un factor agravante de todas las enfermedades bucodentales.

El tabaco tiene un efecto deletéreo en los pulmones, pero es sobre todo en la boca donde hace mella. Fumar aumenta el riesgo de padecer enfermedades bucodentales.

Estos afectan irremediablemente a la boca y a los dientes, incluyendo el aumento de la probabilidad de que se aflojen los dientes, lo que lleva a su pérdida.

Los efectos secundarios del tabaco en la salud bucodental

Todos los fumadores conocen los principales efectos secundarios del tabaco en el aparato bucal: provoca mal aliento, reduce el sabor y el olor y mancha los dientes. Sin embargo, esto es sólo la punta del iceberg, ya que los efectos insidiosos del tabaquismo sólo aparecen más tarde.

Fumar reduce el flujo de saliva, que es esencial para enjuagar la boca. Esto aumenta mecánicamente el riesgo de formación de caries. En efecto, una flora bacteriana desequilibrada debilita la boca en su conjunto. El calor y los productos nocivos del tabaco impiden la curación de las lesiones e infecciones, y las caries tienden a desarrollarse más rápidamente. Este mal contexto favorece la gingivitis, que puede degenerar en una forma denominada ulceronecrótica.

Como los tratamientos son menos eficaces en los fumadores, estas patologías se consolidan y dan lugar a problemas más graves: aflojamiento de los dientes y cánceres (de boca, lengua, labios, amígdalas, etc.).

¿Por qué los fumadores tienen más riesgo de padecer enfermedades periodontales?

El tabaco y las manchas en los dientes de los fumadores

Empecemos por el factor más obvio causado por el tabaquismo: la coloración. Por mucho que se cepille los dientes cuando fuma, no podrá evitar que la mancha amarilla empañe el brillo de su sonrisa. Si no se descalcifica regularmente, se irá oscureciendo poco a poco.

dientes amarillos
El amarillamiento de los dientes es una de las consecuencias del tabaquismo.

No es sólo una cuestión de estética, porque esta coloración está compuesta por un elemento sólido: un depósito rugoso que se deposita en su esmalte. La placa generada por la saliva y los restos de comida encuentra entonces el soporte ideal para aglomerarse, antes de convertirse en sarro. El sarro es un buen lugar para que las bacterias se alojen y causen caries en sus dientes.

El raspado en el dentista permite eliminar este sarro y reducir la decoloración, pero mientras tanto, las infecciones habrán progresado libremente.

Asfixia del tejido periodontal

La nicotina reduce el tamaño de los vasos sanguíneos (vasoconstricción), mientras que el monóxido de carbono contenido en el humo priva de oxígeno a la sangre que circula por las encías. Éstas contienen una red muy densa de capilares que irrigan el tejido gingival, manteniendo los dientes en su cavidad.

Los tejidos están entonces peor irrigados, lo que provoca deficiencias en el aporte nutricional. Su color se oscurece, las encías se vuelven más frágiles y menos capaces de defenderse de los ataques bacterianos.

El retraso en el diagnóstico

La vasoconstricción reduce el diámetro de los vasos sanguíneos, por lo que hay menos sangrado. Estos son los que alertan al dentista de la presencia de la enfermedad periodontal. Este tipo de afección progresa rápidamente y cualquier retraso en el diagnóstico reduce las posibilidades de tomar medidas a tiempo contra el aflojamiento de los dientes.

¿Por qué los fumadores tienen más riesgo de sufrir caries?

Las encías mal irrigadas y con falta de oxígeno pierden su capacidad de curación. El intenso calor al dar una calada cocina el tejido en la superficie. Pierden su elasticidad y su vascularidad se deteriora aún más.

Todo el sistema oral se debilita. Los tejidos, músculos y ligamentos que componen las encías se necrosan y ya no mantienen los dientes en su sitio.

Fracaso del tratamiento en los fumadores

La cirugía dental es delicada en los fumadores. Debido a una mala irrigación, cualquier intervención se ve comprometida, ya que la cicatrización es insatisfactoria y el riesgo de infección es alto.

Un dentista será reacio a colocar implantes para reemplazar dientes aflojados, ya que la probabilidad de fracaso es demasiado grande.

La alternativa a los cigarrillos: el vapeo

Dejar de fumar es una tarea desalentadora pero no insuperable. Además de que el cuerpo pide su ración de nicotina, el fumador está condicionado y carece de gestos. No sostener un cigarrillo e inhalar caladas le recuerda a cada segundo su adicción. El sonido de un mechero puede excitarlo, al igual que la visión de un fumador.

cigarrillo electrónico
Los cigarrillos electrónicos pueden ser una buena alternativa para no dañar sus dientes.

Los diseñadores de los productos vaping han comprendido este mecanismo y, gracias a ellos, muchos fumadores pueden dejar de fumar sin pasar por el síndrome de abstinencia. Al pasarse al vapeo, estará más sereno, será menos propenso a los cambios de humor y a la bulimia y, sobre todo, preservará su salud. Por cierto, su cartera también sale ganando, ya que los precios del e-líquido en línea comienzan en 2 euros, mientras que los precios del tabaco se disparan.

Al cambiar el tabaco por un vaporizador, recuperará el gusto y el olfato, su aliento volverá a ser neutro y ya no correrá el riesgo de manchar sus dientes. Pero sobre todo, ya no se expone a todas las enfermedades bucodentales y evita el riesgo de aflojamiento de los dientes. Su mucosa recupera su equilibrio bacteriano y es capaz de luchar contra las infecciones.


Fuentes Médicas

Francia Assos Santé. Un mayor riesgo de pérdida de dientes en los fumadores.

Servicio de información de Tabac. Dejar de fumar / dolor de muelas.